La tarde del Martes Santo, deleites de perdón, se verá enjoyada espiritual y materialmente con la presencia del Señor de Medinaceli. En el transcurso de esta tarde y cuando la misma se encuentra en su momento mas culminante, Jesús de Medinaceli sale de su casa para buscar el remanso fresco del aire que le llega del océano de su barrio que lo rodea, para acercarse una vez mas al centro de la Ciudad, con la luna por testigo. Jesús será la libertad de esos que no la tienen. El singular y hermoso paso del Señor de Medinaceli avanza como una nave sobre la imaginaria ola de la gente que se agolpan junto a Él para contemplar la dulce luz de sus ojos, que enmarcan su larga melena. Jesús Cautivo camina hacia esa libertad que a veces le negamos a través de nuestros hermanos los hombres. Cuantas personas se acercan a contemplar la impecable silueta de Jesús de Medinaceli con sus miedos, con sus dudas y con sus sueños. "Venid a mí todos los que estéis cansados y agobiados, yo os aliviaré". Él es la verdad, el camino y la vida.
Porque lo verá cautivo,
Medinaceli entre besos,
con las dos manos atadas
lo mismo que va un cordero
Y le dirá: "Padre mío,
explicame, que te han hecho,
si tu eres de nosotros
el ciudadrealeño mas bueno"
Madrugada en el Pilar
Santa por el costalero
Santa por tu soga y tu atadero
Santa en su prendimiento
Santa por su Catedral,
por la plaza y por San Pedro
Medinaceli morado
santo fervor, santo rezo
y santa mil veces santa
por quien perdona muriendo.
Fotos: Blog C. Real hoy.
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