Tal dia como hoy 17 de Octubre pero del año 1991sucedio el atentado a Irene Villa, o lo que fue otra barbaridad etarra.
Le pusieron una bomba al coche de su madre porque supusieron que sería de algún policía. Los cobardes e incompetentes etarras se volvieron a equivocar. La madre de Irene Villa sólo era una empleada.
El resultado fueron varias amputaciones y dos vidas destrozadas por la metralla de ETA, pero claro, con esto, los delincuentes de ETA lograron algo que les interesaba: Aterrorizar un poco más a las personas normales y que los empresarios vascos supiesen a qué atenerse cuando ETA les pidiese dinero. El mensaje de ETA, más o menos, sería éste: NO NOS IMPORTA MATAR MUJERES Y NIÑOS, O SEA QUE YA SABÉIS LO QUE TENÉIS QUE HACER: PAGAR.
La basura etarra nunca ha tenido la más mínima preocupación por los niños que pudieran matar sus bombas.
Ni ETA ni su entorno tienen nada que ver con la más elemental dignidad humana. De igual modo, indignos pueden considerarse todos aquellos que no condenen sus actividades o compartan con ellos el más mínimo acuerdo. Los asesinos no pueden tener derecho a acordar nada con los demócratas.
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