Fernando Aguado, ante su mayor reto
Escrito por José Antonio Rodríguez
Fernando Aguado ha iniciado en estos días el que será su mayor reto desde la puesta en marcha de su taller. Se trata de un misterio del descendimiento para la cofradía del mismo nombre de Hellín (Albacete) cuya Semana Santa está declarada Bien de Interés Turístico Internacional.
La obra será, toda ella, de talla completa, algo que el propio Aguado define como “el sueño de todo escultor, el misterio ideal y la estética idónea”.
El grupo escultórico ha sido aprobado por la comisión de imaginería, creada para velar por la calidad de las obras de su Semana Santa.
Misterio
El misterio se compone de seis imágenes en el que Cristo es descendido de la cruz por los Santos Varones. José de Arimatea, vestido de sacerdote, está subido a la escalera, abre la mano y deja caer el brazo derecho de Jesús, cuyo cuerpo sostiene Nicodemo. Éste lo hace descender poco a poco mientras la Virgen María, arrodillada y exhausta por el dolor, levanta su brazo derecho para tocar con la punta de sus dedos la mano inerte del Señor.
Por su parte, San Juan alcanza las piernas de Jesús con sus manos para depositarlo en el suelo. Según Fernando Aguado, “el elemento comunicador de la escena con el pueblo es la imagen de María Magdalena, quien en primer plano y arrodillada, va colocando junto a ella el títulum, los clavos y la corona de espinas”. A su lado, se aprecia la sábana nueva y el tarro de ungüentos para limpiar el cuerpo de Cristo.
Según explica Fernando Aguado, se trata de un misterio donde toda la atención “gira en torno al Señor, pero que se llena de matices y detalles originales”. Ejemplo de ello es el profundo estudio realizado acerca de la policromía, que será semejante a la aplicada al boceto y en consonancia con la estética de la imaginería procesional de Hellín.
Plazos
Corresponderá a la Hermandad del Descendimiento decidir qué número de obras se ejecutan por año, siendo la primera en realizar la de Cristo que, en este mes de septiembre, comienza a ser una realidad en el taller de Fernando Aguado.
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