Y la cera, cera blanca
A tus pies va repicando
Un repique de pureza
Por la pureza del barrio.
Y el bronce, hecho plata fina,
Resuena a pétalos blancos
Que van cayendo en el suelo
Como amores derramados.
Y al final, en el silencio,
Cuando todo ha terminado
Y Tú te quedas tan sola
Madre de Dios en tu paso,
Las campanas de San Pedro
Se hacen lágrimas sonando
En las naves silenciosas
La blanca voz de sus nardos.
Que las campanas no quieren
Volver más al campanario
Quieren quedarse contigo
MADRE MIA DE LA SOLEDAD
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viernes, 26 de septiembre de 2008
Guapa, guapa y guapa...
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