El Pregón...

Vivimos en una ciudad en la cual tenemos, o mejor dicho, se tiene el habito de olvidar las grandes acciones, actos o palabras de manera demasiado rápida. También es cierto y verdad que esto anteriormente dicho, se olvida dependiendo de lo que agrade la persona que ha llevado a cabo las acciones a quien en ese momento tenga la batuta del poder para difundir la grandeza de una cosa u otra, según le venga el aire. Digo esto porque parece que ya se han olvidado de un Pregón que después de muchos años nos trajo a los cofrades aires nuevos, fuerzas para creer en lo nuestro, y fuerza que con cada palabra nos iba levantando poco a poco de los asientos del Quijano para acabar con un olé sin poder aguantarlo mas, porque un hombre de aquí, que ha luchado por nuestra Semana Santa, que ha peleado contra todo y ha creado una escuela, nos decía todo aquello que los cofrades de Ciudad Real queríamos oír y de la forma y manera que se deben decir las cosas en un pregón. Alguien que a cambio de nada lo ha dado todo, alguien que pregono al Señor y a su Bendita Madre como se debe de hacer, pero nacido en el corazón del perchel, alguien que dio el martillazo para que cambiara el estilo de pregonar nuestra Semana Santa.