Cuatro días para vivir bajo la LUZ radiante del Sol de la ciudad, será en las primeras horas de la tarde de una víspera ya más que tradicional en el Prado y en la Catedral, o en la noche perfumada de tu fragancia toda la ciudad, o en el impresionante altar de tu paso repujado de cariño y de verdad, o recoleta saliendo de tu morada Basilical, vibrante por la plaza que te aclama como Patrona universal, silente por Vía-Crucis o inenarrable y luminosa en tu paseo triunfal.
Hermoso y sin igual día de vísperas de San Lorenzo en Ciudad Real, que a la vez es color y LUZ, o sombra de recatada armonía. Es un día entrañable porque entrañable es la Madre que del cielo baja en este día. Esplendida sobre tu paso de palio. Sugerente y Magnifica como son los enseres dispuestos ese día de tu ajuar para atrapar aún más tu belleza sin igual.
Sencillamente, vísperas de San Lorenzo, ese día podemos considerar día de gran sabor para la ciudad lleno de matices, lleno de vivencias, lleno de momentos siempre nuevos y siempre inolvidables. Podríamos simplificar diciendo que es un día fulgurante en la historia, en la vida de nuestra ciudad.
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