Y...tu preciosisima sangre Señor, que en pocas jornadas, cuando la primavera recien nacida se vista de sol para que tu piel aparezca mas morena y suavice la brisa de las anochecidas para que acaricie tus heridas, tu sangre Señor teñira claveles, rosas, gladiolos y les dará ese tono pasión con el que revistes esta Santa Semana.
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