Las creencias y valores que nos han inculcado, las que hemos mamado y las que seguimos profesando, aunque los que mandan y los que han aprovechado esta corriente del “todo vale” nos quieran quitar nuestros más sagrados y venerados signos e imágenes, estos altares de piedad seguirán estando ahí, por mucho que cuatro progres que gritan libertad a costa de quitárnosla a los demás, se empeñen en campar y prohibir a sus anchas.
Capillita de la Santisima Virgen que se encuentra a la salida de los quirofanos en el Hospital del Niño Jesus en Madrid, rodeada de promesas, peticiones y rogativas.
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