Muy pronto llegarán los días de la gloria, los días en que los sueños se cumplen y se ve a Jesús caminar entre nosotros y a su bendita Madre apenada y llorosa tras sus últimos y trascendentales pasos camino de una muerte redentora.
Mostraremos al visitante y a nosotros mismos lo que queremos ver y que vean y dejaremos otro año más y van…muchos, lo que no es de un interés turístico especial…Una borriquita corriendo camino del guardapasos, porque a su llegada a la Catedral tras triunfal y entrañable procesión, las puertas de una infranqueable reja Basilical le niegan la entrada…Una puerta de taller municipal disfrazada de portada de capilla a la que este año además con unas telas habrá que arropar porque casi no cabe el cartel que realmente declara y dice lo que es “depósito municipal de vehículos”…Una “pasionaria”-da repeluco soltar la palabreja- de Santiago a la que no le queda nada, ni sale de Santiago, ni las hermandades procesionan juntas y lo que es peor sin visos de solución alguna…Y un Domingo de Resurrección que salvando el día glorioso que celebramos los cristianos, lo demás, lo que los jefazos ponen en la calle ese día es para olvidar.
Hic oppidum solus vivemus ex fraus cicur…
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