Ni una sola referencia, ni un apunte, ni tan siquiera un pie de foto. La Cuaresma ha entrado de lleno y con notoriedad manifiesta en la ciudad, pero ningún medio de información escrita local se ha hecho eco de esas bellas Dolorosas ataviadas con un gusto y un mimo exquisito para este tan importante tiempo para el cristiano, nadie ha dado la mas mínima importancia a los cultos que al llegar esta época inundan nuestros templos, y nadie ha destacado la afluencia masiva a los templos de los fieles, que como cada año con fe renovada acuden a recibir la imposición de la ceniza y a convertirse y creer en los Evangelios.
Lo más noticiable del día de ayer fue que "doña sardina provocó un susto al quemarse y caer rodando sobre el suelo de la Plaza Mayor", noticia con crónica, foto y demás alardes.
Es lo que nos toca sufrir, el ensalzar un trozo de cartón al que siguen cuatro sin más remedio, y el agnosticismo y abandono de una autentica tradición ancestral, que además de su valor artístico incalculable, tiene un valor devocional imposible de olvidar y de calcular; a pesar de aparecer en los medios solo cuando somos caldo de hacer dinero o de ampliar tiradas con especiales y otros tediosos suplementos anuales.
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