Como todos los años, esperándolo en silencio. Nadie repara en él. Como todos los años, ahí está, ahí continúa en silencio, esperándolo. A lo lejos se vislumbra la cuaresma y…los cultos... sus cultos. Si, como todos los años. Y recuerda tantas vivencias de Viernes Santo…Eran tardes tristes, de silencios ocultos, de devoción sentida. La espera se tornara en inminencia presentida. Ya está el Paso frente a él. Eleva su mirada hacia el Señor. Reza. Y se siente llevado por el rumor intenso, silencioso de tan portentosa imagen, en su cara hay una luz nueva, luz…que da escalofríos y esperanza. Es la profunda luz del Amor, que ilumina los primaverales cielos de la ciudad, de la ciudad real.
Paso el Cristo, paso el Amor, pero él se queda allí, todavía un instante. Lentamente comienza la vuelta a casa. Un año más. Como siempre. Esperando. Rezando, por poder acercarme al Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario