Vuestra soy, para Vos nací,
¿qué mandáis hacer de mí?...
Vuestra soy, pues me criastes;
vuestra, pues me redimistes;
vuestra, pues me sufristes;
vuestra, pues me llamastes;
vuestra, pues me conservastes;
vuestra, pues no me perdí.
¿Que mandáis hacer de mí?
¿Que mandáis, pues, buen Señor,
que haga tan vil criado?
¿Cuál oficio le habéis dado
a este esclavo pecador?
Veisme aquí, mi dulce Amor,
amor dulce, veisme aquí,
¿que mandáis hacer de mí?
Así, como rezan estos versos suyos, pasó la vida Santa Teresa de Jesús, primera mujer Doctora de la Iglesia y una de las místicas de mayor relevancia en la historia de la Iglesia: buscando a Dios, buscando su voluntad y buscando los mil y un modos de trabajar para El y para los hermanos. Y, naturalmente, escribiendo de todo ello con abundante literatura y un estilo personalisimo. Su legado espiritual abarca la reforma teresiana de la que nacieron el Carmelo descalzo femenino y masculino; comprende algunas de las obras mas importantes escritas en el castellano del siglo de oro; y traza un itinerario de fe por el que han caminado santos, obispos, Papas, laicos, religiosos e increyentes desde hace casi cinco siglos. Avila y su diócesis empiezan ya a preparar los actos del quinto centenario de su nacimiento, que se desarrollaran entre 2014 y 2015.
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