Quizás ahora, en estos meses veraniegos, cuando en realidad aprieta de verdad el calor, uno se acuerda mas intensamente de lo dejado atrás, de lo vivido hace poco mas de dos meses y que de manera tan lejana nos viene al recuerdo.... de ese(por ejemplo)patio trasero del rectorado ahora vacío y ocupado apenas por algunos coches y que hace solo unos lapsos hervía en un frenético quehacer preparando y poniendo a punto hasta el mas mínimo de los detalles, para que nada quedase al azar en la salida en estación de penitencia de una de nuestras queridas cofradías capitalinas. Es la oscura complejidad del pensar del ser humano, casi no le das importancia o la justa solamente a las cosas y acontecimientos que te están pasando...y las añoras con mas fuerza y sentimiento y piensas que deberías haberlas vivido mas intensamente cuando las ves lejos en el tiempo. Ahora, nos queda el recuerdo de un cielo anochecido en azul "Perchelera", y un patio en blanco Dulce Nombre, que...ahora reza y vive solo, vacío y sin apenas vida...
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