Quizás, Madre, la gente no comprenda porque entre Tú y yo hay esta relación tan cercana, tan de familia, tan...de si no puedo ir a verte durante unos días, Tú, Madre, me recibes siempre con gesto amable, aunque yo te cuente arrodillado ante el Bendito Cuerpo de tu Hijo mil problemas e historias que nada tienen que ver quizás, con la tardanza y el desapego de no cruzar contigo mi mirada durante esos días, que para mi suelen ser eternos. Quizás, Madre, sea porque te llevo llamando así desde que tenía 6 años recién cumplidos, porque tu me has acunado cuando llorando en una noche oscura te lo he pedido, porque cuando te he soportado sobre mi costal he sentido llegar al cielo, asomarme y ver que todas las madres están sentadas en tu grada celestial sin perder detalle de una sola"chicotá", porque cuando te he mirado frente por frente sobre tu barca de plata no he sido capaz de decirte no, y ahí me tienes, de nuevo a tus pies mandando tus benditas plantas sobre esta tierra que para nada nos es agradecida Madre, tu sabes bien de lo que te hablo, será porque me sigues acunando cada vez que te lo pido y cada vez Madre más te necesito, quizás ahora mucha gente sepa, Madre, el porque de mi cariño, de mi desvelo y de mi impaciencia por verte Madre, porque para mi tu eres la que cuida de mis desvelos, y de mis hijos
y de mi Consuelo porque sin saberlo nadie, Madre, por ellos también te quiero, aunque nadie sepa, Madre, que Tú, junto con ellos sois mi vida y el timón con el cual navego, en este valle de lágrimas, por el que Tú Dolorosa de los Percheleros me guias a través de mis ojos ciegos.
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