Algo diferente en la ciudad, una Cruz de Mayo montada con gusto exquisito y multitud de detalles que no hacen sino avalar el saber, el gusto y la dedicación plena del equipo humano que esta hermandad posee y que cada vez que realizan un culto, un altar, una estación de penitencia, un traslado, una Cruz de Mayo, marcan lo que debe de ser el gusto y lo bien hecho sin caer en chabacanerias y aditamentos superfluos que rompan el encanto de todo aquello que hacen. Una vez más felicidades a la hermandad de las Penas.
1 comentario:
Para cruces las de Villanueva de los Infantes.
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