PRADO. Porque eso eres para nosotros Madre, Prado en el que recostarnos y descansar, Prado en el que sentarnos y hablarte, si hablarte Madre porque quien diga que Tú no escuchas a tus hijos, es que no es cristiano. Cuantos secretos, suplicas, lloros y rezos se lanzan hasta tu Divina estampa, y, Tú Madre todos los guardas bajo tu manto. Se acaba el mes de María y empieza el mes del Hijo, y Tú serás Madre siempre nuestro cobijo.
Foto: costaleros del Arte.
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