Reflejos de oro en una tarde de Diciembre, sobre unas aguas que dividen una ciudad, pero que la unen un puente y sus dos Madres que puestas en besamanos en el día de su Expectación, consiguen traer gente del puente hacia el arco y del arco hacia el puente. Bendita seas tu Sevilla, que cuidas de tus tradiciones y a aquello en lo que crees con toda tu alma y todo tu ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario