Sidney, 17 de julio. Frente a más de 150 mil personas que lo vitoreron en el principal puerto de Sidney, Benedicto XVI criticó la creciente secularización del mundo moderno y los daños planetarios generados por el consumismo.
En el contexto de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), el Papa alemán se dirigió a la multitud de fieles en el puerto de Barangaroo, y en su discurso llamó a los presentes a manifestar su fe “con valentía.”
“Muchos dicen que hay que dejar fuera a Dios, que no hay lugar en la vida pública para la religión y la fe”, pero este secularismo, afirmó, es también una ideología “siniestra” que impone una sola visión del mundo.
“El relativismo ha convertido la ‘experiencia’ en lo más importante”, sin embargo, ello puede conducir a “una confusión moral o intelectual, a un desmoronamiento de normas”, señaló.
Por otra parte, el líder religioso lamentó que “hay cicatrices en la superficie de nuestra Tierra, erosión, deforestación, el derroche de los recursos minerales y de los océanos para satisfacer un consumo insaciable”.
Joseph Ratzinger, quien advirtió contra el “dolor de las falsas promesas en un mundo cansado de la codicia, la explotación y la división”, señaló que las principales manifestaciones de la crisis del mundo actual son las drogas, el alcohol y la “exaltación de la violencia y la explotación sexual”, presentadas como entretenimiento en la televisión e Internet.
Días antes de la llegada del Papa, un grupo de activistas se manifestó en Melbourne contra su visita, a causa de su postura sobre los homosexuales, el aborto y el sida, sin que ello afectara las actividades de la JMJ.
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