Sé que será totalmente inútil el intentar describir en todos sus detalles lo que nuestro corazón sentirá cuando en pocos días desciendas de tu camarín para recibirnos como Reina de una ciudad que te quiere y te venera sin medida.
Bien lo sabemos aquellos que, por una causa u otra hemos tenido la gloria de vivir y de sentir tu presencia cercana, viva.
La ciudad empezó a sentirse, a respirar, a vivir, a emanar una fragancia Mariana allá por enero, y, hasta diciembre con tu Inmaculada Concepción sera un rosario de devoción a la imagen de María y a sus Santas seguidoras, advocaciones de hermandades de penitencia, Cabeza, Carmen, Sagrado Corazón, Ángeles, Santa Teresa, Santa Ángela, Consuelo, Dolores de Nuestra Señora, etc, etc.
Sería bueno, incluso me atrevería a decir necesario, ante tanta crisis de fe y valores, plantearnos el conjunto de católicos de la ciudad, elevar una petición donde corresponda y con los tramites, escritos y demás temas burocráticos necesarios, decía sería bueno exigir un reconocimiento del espíritu mariano de esta ciudad incluyendo en el escudo de la ciudad la leyenda de "Mariana", junto al de Muy noble y Muy leal...De cualquier modo, Madre, si así no fuese, todos los que de verdad nos sentimos Ciudadrealeños, sentiremos un ahogo en nuestro pecho cuando ese día de vísperas de San Lorenzo y a la puesta del sol, visitemos la catedral y veamos en el fondo el brillo y la gracia de tu Real Majestad, y es que ha bajado nuestra patrona al altar mayor.
2 comentarios:
Me uno a tu propuesta, amigo Magdaleno
Creo que sería una manera de tener unas señas de identidad propias, y que de una vez por todas luchemos juntos por mantener nuestras tradiciones y raices.
Un saludo hermano Paco y gracias por tu comentario.
Publicar un comentario