Parte de la culpa de mi “trance”, la tiene su vestidor, que sabe vestir a nuestra Madre como nadie… Es uno de esos ángeles custodios que en la tierra andan transmitiendo un paraíso en sus manos. Esta Virgen, Madre angelical, no tiene a cualquiera recreando pliegues en sus ropas. Además otro hombre bueno, grande, honesto, honrado, con la escuela única sevillana del barroco y el buen gusto como emblema, ha sabido como nadie tallar los secretos de la Virgen con portento y gracia. Nardos, miles de nardos para esa carita humilde y refulgente de brillo sin par nacarada.
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domingo, 9 de febrero de 2014
Portentosa en tu mirada
Parte de la culpa de mi “trance”, la tiene su vestidor, que sabe vestir a nuestra Madre como nadie… Es uno de esos ángeles custodios que en la tierra andan transmitiendo un paraíso en sus manos. Esta Virgen, Madre angelical, no tiene a cualquiera recreando pliegues en sus ropas. Además otro hombre bueno, grande, honesto, honrado, con la escuela única sevillana del barroco y el buen gusto como emblema, ha sabido como nadie tallar los secretos de la Virgen con portento y gracia. Nardos, miles de nardos para esa carita humilde y refulgente de brillo sin par nacarada.
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