Empezaremos a vaciarnos el alma para volver a llenarla de ofrendas, de tribulaciones, de duquelas, de miserias; de ilusiones, de gozos, de consuelos, de motivos por los que rezarte, de causas por las que siempre tengo que quererte, de temples, de compases al son del tintineo de tus varales…y, es que, muy pronto, comenzaremos a sentirnos un poquito más felices, empezaremos a vivir en cofrade, de acompasadas maneras para pararnos, y sobre los pies en cada esquina Madre, rezarte…
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miércoles, 25 de marzo de 2015
Las horas aceleradas...
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