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jueves, 17 de diciembre de 2009

Ser solidario...



Ahora que se acerca la navidad, que aunque muchos se empeñen en avanzarla no llega hasta el 25 de diciembre, empieza a sonar de forma repetitiva la palabra solidaridad. La navidad se podría resumir como esa época del año en que la sociedad, además de consumir de forma absurda y abusiva, recuerda que hay gente necesitada de su solidaridad y deciden compensar en unos días todo lo que no han sido capaces de hacer en un año. El problema de este tipo de solidaridad es que, a diferencia del eslogan de “Gior???, con un poco de pasta no basta. Dice la RAE sobre la solidaridad:
solidaridad.
(De solidario).
1. f. Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros.
2. f. Der. Modo de derecho u obligación in sólidum.
Aprovechando que se está trabajando en la 23ª edición quizás sería bueno proponer una nueva acepción:
3. f. Concepto utilizado para limpiar la conciencia.
Con esto no pretendo poner en duda las bondades de “ser solidario??? ni la necesidad de seguir concienciando a la población de la necesidad de luchar contra las desigualdades y los problemas sociales que se dan en todo el mundo. El problema aparece cuando la palabra solidaridad se utiliza de forma gratuita, cuando se cree que con llevar una bolsa de comida a una campaña de navidad de cualquier hermandad está salvando el planeta y curando todos sus males.
Lo importante no es demostrar que se es solidario, sino serlo sin necesidad de demostrarlo y ser consciente del esfuerzo necesario para luchar contra las desigualdades, de la labor totalmente desinteresada que realizan miles de personas para paliar y combatir el sufrimiento de mucha otra gente. Todos esos frentes de batalla abiertos necesitan de toda la colaboración posible, y la oleada de solidaridad navideña o las ventas de merchandising diverso son de una gran ayuda, pero no suficiente. El hambre, la pobreza o enfermedades no desaparecerán porque alguien lleve unos kilos de comida dentro de unos días a esta o aquella casa de hermandad, sino de la lucha constante, todos los días del año, de gente realmente solidaria que entrega su tiempo libre, toda su vida, a ello.
Sirva este artículo como homenaje a todos ellos y como tirón de orejas a todos los demás.


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