Amparados por la quietud del momento, envueltos por el sigilo del lugar… nos abandonamos a la atmósfera del instante, al hálito del suspiro, a la fragancia que todavía atesora la vida que puede presentirse si te miras en el brillo de sus ojos, en las marcas de las sogas en sus latidos, en las ya vislumbradas heridas donde los plegarias anhelan el momento de ser escuchadas.

1 comentario:
En el refugio en su Túnica vive nuestra esperanza. precioso, bien escrito y con sentimiento cofrade. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amigo. @Pepe_Lasala
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