Se trata de intentar ver la materia de fe -que de algún modo se convierte en "gracia"-, el sentido del amor -tan vinculado a un cierto conocimiento vivencial de la "belleza"- y ese modo de hacer poesía, no escrita, en la emoción del presente -síntesis de lo vivo y lo lejano, materialidad del sentido organizado en "tradición"-.
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miércoles, 3 de abril de 2013
En estado de gracia...
... Intentaremos, pues, aproximarnos a ciertas paradojas de nuestro ser, cofrademente hablando, para clarificar en la medida de lo posible ese conjunto de espíritu y materia, imágenes e imagen de lo humano y lo divino.
Y todo ello como una "procesión que va por dentro", una Semana Santa secreta que solo durante siete días se proyecta, se hace visible, explota en luz, en color, en música, en incienso, cera y flor -mágicos dones de esta epifanía primaveral manchega- y se convierte, a su vez, en imágenes e imagen del tiempo, que es nuestra propia historia personal, e imagen de la eternidad, que es contemplación incesante de lo que amamos.
Se trata de intentar ver la materia de fe -que de algún modo se convierte en "gracia"-, el sentido del amor -tan vinculado a un cierto conocimiento vivencial de la "belleza"- y ese modo de hacer poesía, no escrita, en la emoción del presente -síntesis de lo vivo y lo lejano, materialidad del sentido organizado en "tradición"-.
Se trata de intentar ver la materia de fe -que de algún modo se convierte en "gracia"-, el sentido del amor -tan vinculado a un cierto conocimiento vivencial de la "belleza"- y ese modo de hacer poesía, no escrita, en la emoción del presente -síntesis de lo vivo y lo lejano, materialidad del sentido organizado en "tradición"-.
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1 comentario:
La magia de lo nuevo que se saborea añejo esa noche...Su noche. La esencia del sentir, de la oración, de la Fe. Y ese toque maestro que captas con tu objetivo de forma magistral, añadiéndole ese blanco y negro que tanto nos gusta a los nostálgicos.
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