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viernes, 2 de diciembre de 2011
Benditas imágenes, buenos cofrades...
Para mantener viva la llama durante todo el año es imprescindible el fervor y la devoción a las imágenes. Los miembros de las juntas de gobierno, los buenos cofrades, no son simples mantenedores de espléndidos vestigios del pasado, ni comités organizadores de fiestas magistrales, nuestra Semana Santa es el esfuerzo y resultado de una dedicación plena de esos cofrades durante todo el año. Escuchan la palabra de Dios, celebran los misterios del Señor y sus sacramentos, se abren a la caridad fraterna y como expresión de todo esto salen a la calle a mostrarlo en la imagen o el Misterio que veneran.
Esas imágenes no son meros ornamentos de los cuales solamente nos acordamos y lloramos un solo día al año, deben formar parte de la cotidianidad de los cofrades, como los amigos que tras el trato y el roce pasan a formar parte de nuestros más fieles afectos y nuestras más firmes lealtades. En esta tierra volcamos creatividad y sobre todo cariño, en esas devociones cálidas, salpicadas de detalles, que transmiten algo muy real, que insuflan vida. Como la recibida a buen seguro por ese grupito de savia nueva inyectado en el tronco de una hermandad joven pero con arraigo, que empieza a sentir con más fuerza que nunca, a percibir en la distancia un leve tintineo, el de un palio de ensueño que se acerca un Viernes muy de mañana a la ojiva de San Pedro.
Porque en este grupo de jóvenes, en esta bendita savia nueva, esto no solo ocurre en épocas caldeadas por el ceremonial barroco. A lo largo de todo el año, en las anónimas visitas a las capillas, se va desgranando buena parte de la familiaridad con los titulares; es más, yo creo que en esa oración de las iglesias solitarias es donde más autentica se hace la Semana Santa. Porque las imágenes son lo mas preciado de las hermandades. Ya se que suena a algo sabido, pero tengo que decir aquí que hay que entenderlas como lo hace el simple devoto, como lo que no pueden dejar de ser nunca, el camino más corto hacia Dios, hacia el hermano, hacia la vida y hacia el Amor. Ese es el fundamento y el sentido. Y todo lo demás, exorno.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Detalles, tesoros cofrades...
Son esos momentos de investidura amorosa que la hermandad pone en nuestro espíritu, la verdadera significación de la alegría que se apodera de nosotros, porque pesa mucho más el gozo que el dolor en nuestra Semana Santa, y la humanidad del Hijo de Dios, que cada Semana Santa muere y resucita ante nosotros, hace que nos olvidemos de la divinidad del Hijo de Hombre. Así, este gozo nuestro redentor nace y se siembra en nosotros a través de cosas que parecen inútiles, pequeños detalles sensibles, huellas luminosas de un Dios que cae bajo el peso de una cruz, un tacto especial en sus manos, un olfato especial, presentimientos, la belleza del gesto de una Madre siempre a su lado, la perfección de una flor- como cambia una flor sobre un paso- la lágrima de cera de un cirio que estuvo puesto allí en un lugar que solo uno conoce, una sombra de cruz besando el suelo sobre la cal de una pared por calle Lirio, el sabor dulce del incienso que queda después, son los primores minúsculos de una sensibilidad exquisita, las imágenes por las cuales nos identificamos, la película de un paraíso perdido-infancia, inocencia, amistad, bondad, amor, creencias, esperanza de salvación- que un día fue tierra prometida y a la cual nos gustaría llegar. Así, por ejemplo, vestir la túnica de nazareno de la hermandad se convierte en esa investidura donde proyectamos toda la gracia, la tradición, la memoria y la herencia de lo que de verdad somos y que nos permite desear y soñar lo que en verdad deberíamos ser.
viernes, 25 de noviembre de 2011
jueves, 24 de noviembre de 2011
Respeto y tradición
Respeto a la tradición, a la belleza y a la fe, razones poéticas que constituyen la estética de una ciudad, mi ciudad, que sin perder jamas el ánimo festivo continua celebrando ritualmente con toda seriedad los misterios de una Pasión empapada de valores humanos. Porque quizás nada haya más serio, más cabal, más hondo en el espíritu de Ciudad Real que su Semana Santa que es Palabra capaz de hacerse Silencio para escuchar el latido de la flor y el susurro de la luz. Y ese otro silencio, inconfundible, el de un racheo costalero camino de una posada conventual, que se muere por ver la Penas de un Dios que cada Martes nos recuerda porque una cofradía te pellizca el corazón.
martes, 22 de noviembre de 2011
Pasos de palio...
domingo, 20 de noviembre de 2011
sábado, 19 de noviembre de 2011
Amanecer de Misericordia
miércoles, 16 de noviembre de 2011
El Amor de Dios
Y hay aquí, en este pequeño ámbito sacramental y fraterno de la capilla donde te han puesto tus hermanos, tus cofrades, un silencio que habla. Mejor: un silencio que invade. Silencio puro, hacia dentro. Silencio interior que me parece este día como un brillo oscuro que pusiera cerco a nuestras vidas.
Se perfila en el alma una congoja universal, una invisible espada nueva que hiere en lo más hondo. Y brota en mi vivencia castellana de aprendiz de cristiano, una herida que el viento hace rosa donde cae tu divina mano.
No se como decirte hoy que necesitaría estar solo frente a Ti, solos Tú y yo, hasta que mi mente descanse en Ti y el corazón y el alma se me llenen de aire puro.
Señor, simplemente más Amor, un amor de niño que admira la belleza del universo y adora, sin medida, a su madre y se entrega a ella, aun sin querer...El Amor traspasando nuestra insensata historia, carne y sangre vencida, una patena irresistible donde brota el espíritu.
"A solas con mi Dios dormido...
en el tranquilo reino,
en el fondo del alma.

domingo, 13 de noviembre de 2011
viernes, 11 de noviembre de 2011
miércoles, 9 de noviembre de 2011
martes, 8 de noviembre de 2011
Momentos, imagenes de Noviembre
domingo, 6 de noviembre de 2011
El barrio de Getsemaní
La ciudad y sus contornos podrían ser otra Judea para la Pasión. La sensibilidad cofrade esta bien preparada para ello. La luz, el aire, el perfume de la flor, el deslumbramiento de los muros encalados y los jardines en Primavera, calles, plazas, rincones, paisaje. El barrio emergiendo al otro lado de la ciudad, extramuros, como un monte de olivos capaz de competir con Getsemaní. Todo, riqueza y pobreza, alegría y sufrimiento, hacen de la ciudad escritura favorable, discurso vivo y ámbito propicio para poner en movimiento la palabra evangélica. La ilusión de un "pueblo apostólico".
Ciudad Real, pues, el quinto evangelista, el testigo de excepción para contar, en imágenes extraordinarias, el esplendor de la tragedia del Hijo del Hombre.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
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