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martes, 24 de julio de 2012

Humanidad en un barrio, corazón de una parroquia

Un mundo más humano para que pueda ser más cristiano. Este es el sentir que ilumina por dentro a esa persona sencilla y que pone por bandera a su barrio. Sensibilidad humana de Santiago. Sensibilidad humana del cofrade. Y aquí estamos tocando de nuevo esa Semana Santa interior, purificadora e inefable, de alma clara, de corazón sencillo, de vibraciones personalizadas en cosas y en casos concretos, relaciones que solo pueden explicarse desde la humanidad de un alma cultivada a despecho de cualquier beneficio. Generosidad humana del sacerdote donde toma cuerpo la esplendidez, la dedicación en tiempo y entusiasmo, el señorío y la entrega de la propia vida hacia todo aquello que necesita de una graciable y especial atención.
El corazón de nuestro sacerdote, de nuestro cura siempre volcado hacia el más débil, hacia la victima, hacia el pobre, hacia el necesitado, en los que siempre vera un signo de inocencia.
Por eso toda la ciudad, cofrade, sensible y honda se sentirá dolida hasta los tuétanos del alma por esta marcha,  que viene a refrendar esa relación tan humanizada que se ha establecido en Santiago y por parte de Don Enrique con los cofrades, en definitiva con las personas.
Tiene la ciudad en esto un inexplorado caudal de energía de la cual, el cofrade, constituye su gran reserva emotiva. Esto es lo que da a la vida interior de relación esa calidad y esa delicadeza intimista, riqueza escondida en el ámbito particular de Santiago y su parroquia y que Don Enrique ha llevado y cuidado hasta sus ultimas consecuencias. Afinidad con los COFRADES de hondura más intensa, incluso, que la simple reflexión.
Hasta siempre, y aquí nos tendrá siempre para lo que usted necesite.

1 comentario:

Miguel dijo...

Simplemente CHAPEAU...