Vistas de página en total

lunes, 19 de abril de 2010

Y...te privaron de una entrada digna

2 comentarios:

๑۞๑ †COFRADE† ๑۞๑. dijo...

Como bien sabes que dice Cristo en una de sus parabolas, esa referida a los invitados a un banquete.
En el cual el mismo Cristo pone como ejemplo al petulante engreido que se sienta en el sitio principal. So pena que llegue la persona que ha invitado a todos y le aconseje que ese no es su lugar correcto.
En cambio Cristo aconseja a sus seguidores y apostoles a huir de esos sitios principales.

La culpa de que el Señor que va bendiciendo el pan en la mancha se le empequeñecieran las puertas no la tuvieron los restauradores de la parroquia de Santiago, ni el mismisimo Sr Esparza que por aquel entonces estaban en dicha parroquia 8te ruego me corrijas si es incierto esto).
La verdadera culpa de empequeñecer y de paso cerrar las puertas al Señor que daba un mandato de Amor, fue de los hermanos mayores de esas hermandades afectadas y por ende de la Asociacion de Cofradias de por aquel entonces que acallaron sus quejas con miedo.
Al igual que podria suceder ahora ante tanto cobarde y tanto estomago agradecido.
Pero como referi en su dia en un Pregon
Podran cerrarnos las puertas de la catedral o de las Iglesias,
pero no las del cielo,
porque ni ellos mismos tienen las llaves ni tienen plaza segura en el.
Un saludo cofrade hermano Magdaleno

Mada dijo...

Estimado hermano cofrade: Por aquel entonces si fue el Señor Esparza el que amparandose en el estudio de patrimonio, la nula actuación de los hermanos mayores de antaño (asustados ante el poder del Señor Esparza como parroco en aquella epoca)y evidentemente la pleitesia de la asociación de cofradias de la epoca, todo este coctail de circunstancias hicieron que las hermandades se quedarán en la calle. Pero como tú muy bien dices, las puertas del cielo estan abiertas para todos, y tienen el ejemplo justo enfrente (lastima que no lo imiten),esas palomitas del Señor que siempre han acogido imagenes que en ninguna iglesia tenian cabida.
Un saludo.