Vistas de página en total
jueves, 28 de mayo de 2015
Fuente de devoción
jueves, 14 de mayo de 2015
martes, 12 de mayo de 2015
El tiempo de los sueños...

lunes, 11 de mayo de 2015
viernes, 8 de mayo de 2015
Sintiendo la penitencia
Se había ido quedando solo, aun
encontrándose envuelto por la más numerosa y cuantiosa de las compañías, paladeando
la monacal penumbra, con los ojos impenetrables, secretos, sin que lo que había
a en torno a él le desviase de su única encomienda. Segundo tras segundo toda
su alma se ha ido abandonando a la austeridad del momento, a la disciplina que
se respira, a la penitencia presentida, y su vida terrenal se ha ido sofocando a
la vez que se prendía la llama de la cera que iluminará Su camino al Calvario.
Apenas si mira la luz que usurpa la paz, el sosiego del atrio que precede a la
sin par humilde y sagrada clausura, cuando esta abre sus puertas y Dios ya ha
levantado recorriendo el pasillo antes de cera iluminado, con paso firme, lento
y racheado.
Pedir perdón a los lectores por la calidad de la foto, pero al subirla a blogger pierde toda la calidad. |
Para algunos de nosotros esta es
la Pasión, la vivencia, la auténtica penitencia, la que vivimos cada Martes
Santo y que nos conforta, nos alienta a seguir, a ser un poco cirineos de su
Pena aunque no podamos quitarle su cruz. No es fácil para el orgullo humano aceptar
que, ante Él, somos tan poca cosa… Auténticos cristianos, sin gloriarse de
ello, rezando bajo el antifaz con la esperanza de quien confía y espera revivir
en la Pascua Florida, sin atisbo de incredulidad y sin otro misterio de teologías,
no lo necesitamos.
lunes, 4 de mayo de 2015
La ciudad de las reales realidades...
Y como no, siempre me tengo que dirigir a los que todos los años iluminamos su Pasión, nuestra pasión a través de un cristal, estorbándonos en las mismas bocacalles, saludándonos en los mismos rincones, disfrutando en las mismas esquinas del arte, a la justa hora, viendo y viviendo las mismas cofradías que nos enamoran, a los que disfrutan de este universo portentoso de la mano del padre o de la madre, o a los que una vez al año ven pasar a su Dios cerca de su casa y bajan a su encuentro para disfrutarlo y rezarlo, como esa mujer de cabellos níveos, que Miguel retrata magistralmente, las abuelas son como la Virgen que nos cuidan y nos quieren, y además reparten ilusiones para todo un año y hacen que recobremos la esperanza y el anhelo de una nueva primavera con la fe y la devoción transmitida a través del brillo de la mirada más limpia y transparente de toda la ciudad, la de su Cautivo de los Ángeles y la Salud de los suyos como primoroso estandarte…
Y…es ahora, a través de estas torpes palabras cuando quiero hacer llegar y que calen en sus sentires más hondos a todos aquellos a quienes esta vida necesitó colocar más escollos de los que ya de por sí encierra para todos, pero Dios les salvaguardó el gracejo de ser cofrades en esta nuestra ciudad, la ciudad de las duras y reales realidades…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)