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sábado, 28 de junio de 2014
viernes, 27 de junio de 2014
miércoles, 25 de junio de 2014
Y a ti...
como te gusta mas "La Perchelera"...
Nunca dejes de mirarla,
y proclama a voz en grito
que la Reina de la Gloria
viene ya entrando por Lirio.
y proclama a voz en grito
que la Reina de la Gloria
viene ya entrando por Lirio.
A lo lejos, donde ensancha
sus márgenes como un río
la calle acerca sus labios
para besar cada hilo
de su manto de clavel
en el aire suspendido.
No temas mirar su rostro,
coronado del gozo vivo
con que Dios sembró en su Madre
la esencia del Paraíso.
Mírala cuando el dolor
pretenda ocupar el sitio
de aquella felicidad
que Dios puso en tu destino.
martes, 24 de junio de 2014
lunes, 23 de junio de 2014
sábado, 21 de junio de 2014
lunes, 16 de junio de 2014
domingo, 15 de junio de 2014
Manantiales de fe...
sábado, 14 de junio de 2014
viernes, 13 de junio de 2014
jueves, 12 de junio de 2014
15 años de AMOR...
12 de junio de 1999...
12 de junio de 2014, de nuevo he vuelto la mirada hacia aquel lugar y solo una cosa sigue igual...nuestro amor.lunes, 9 de junio de 2014
Y...Él...
...viene a ti en silencio, como un rayo de luz que con su fulgor te acaricia para impregnarte de fe en la estación de penitencia infinita que te espera.
viernes, 6 de junio de 2014
Como la madre...
martes, 3 de junio de 2014
Tu luz
Y aunque la pena te ahogue
al ver lo que va sufriendo
el Hijo de tus entrañas
atado como vulgar reo,
yo sé que has escuchado
las suplicas y lamentos
que entre rezos y plegarias
te piden quedo, muy quedo.
Y yo, Señora, te canto
con cariño al regazo de tu luz:
¡Qué bonita te hizo Dios
Madre mía de la Salud!
al ver lo que va sufriendo
el Hijo de tus entrañas
atado como vulgar reo,
yo sé que has escuchado
las suplicas y lamentos
que entre rezos y plegarias
te piden quedo, muy quedo.
Y yo, Señora, te canto
con cariño al regazo de tu luz:
¡Qué bonita te hizo Dios
Madre mía de la Salud!
lunes, 2 de junio de 2014
De Macarenas maneras
Los momentos únicos de Sevilla son estos. Un instante imborrable. Como todo lo trascendente. Porque irradiar es ir más allá de lo meramente ostentoso. Rezar a nuestras más hondas devociones en voz alta, no para ser oídos, sino para escucharnos, cuando la Madre emboca las calles de la ciudad al despabilarse el día y se deja ahogar las flamas de sus cirios con el letargo que tiene la melodía acompasada de su himno de devoción y amor.
La cita con Ella es, ciertamente, un ensueño. Una cita con uno mismo y con sus más profundas creencias, es volverse después de verla pasar y no dejar de sonreír, porque realmente uno ha visto en la tierra a la Madre de Dios, aquella que un día tuvo en sus manos al Hijo muerto por amor y que hoy, en su solemne Ascensión a los cielos, sujeta con gracia y primor en ellas las flores que su sangre le dejo, prueba palpable y cierta de su Resurrección.
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