Felicidades en tu Misericordia |
Aquella mujer era mi madre.
Y cuando yo, cada año, por Septiembre siento sobre mi cuerpo un año más, vuelvo a encontrarme niño y escucho su voz diciéndome que sus devociones más hondas, acabarían siendo las mías. Porque ahí dentro, en el fondo de cada devoción, uno se encuentra con la verdad y todo lo que pedimos resucita. Que así es y así nos parece el milagro de esta ciudad en cada uno de nuestros más venerados fervores.
Gracias por cada nuevo día 25 del mes de Septiembre.
Mi hermano Carmelo aunque nunca hace comentarios en el blog (de ahí el apodo " mudito") entra a diario y recogerá tu felicitación. Gracias en su nombre y en el mío propio por todas tus visitas y comentarios.
ResponderEliminarEstoy fuera de casa y apenas conecto.
Muchas felicidades a ti también!!!
Un fuerte abrazo y disfruta del día
Gracias, gracias de todo corazón y sigue haciéndonos felices.
ResponderEliminarSaludos