Uno comprende ciertas cosas, y se le eriza el vello con otras. Lo del vello no es de oír el paso "racheao" de los costaleros, precisamente. Se puede estar -con pegas- de acuerdo con algún resultado electoral reciente en el que no se entiende muy bien o nada la opción votada por lo hermanos. Lo que no se puede tragar -ni con una Cruzcampo- es el juego mediocre y sin clase de saltarse las urnas para acceder al poder. Y más bajo aún, es aprovecharse de una posición de privilegio que abraza sin sonrojez alguna al mal y sectario poder establecido, jactándose de ser, ser, y vuelvo a ser para de un dedazo derribar a quien esta al frente de una cofradía felizmente recuperada de sus graves heridas. Las primarias también irrumpen en las cofradías, pero en esta ocasión sin consenso alguno de los hermanos y ni tan siquiera de la ejecutiva.
Tambores de guerra suenan por el órgano supremo y cada uno se esta buscando su medalla dorada, su vara de poder por donde puede, porque pasar de conde a barón, es una cosa, pero de conde a plebeyo es algo que todos estos no conciben, son muchos años de mirar por encima del hombro al resto.
TOTALMENTE DE ACUERDO!
ResponderEliminarmuy buena entrada una vez más señor Magdaleno!
un abrazo
Desgraciadamente se van a repetir antiguos errores y se van a cometer muchas injusticias...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
De cómo las Hermandades no sirven para gloriar a nuestro Señor y nuestra Madre, ni tan siquiera para engrandecer nuestra Semana Santa, sino que sirven a otros "intereses" personales...
ResponderEliminarQué lástima...
Leticia, creo que ha quedado demostrado que los sitios de poder, entre comillas, en nuestras hermandades y en el organo supremo se han utilizado para intereses propios, salvo en contadisimas ocasiones...
ResponderEliminarGracias por tu comentario
Un saludo